Consumismo, estilos urbanos, modas, grupos juveniles… Vivimos en un mundo dominado por modas y por una extraña necesidad de consumir y comprar cosas que realmente son inútiles para nuestra supervivencia.
Cada persona más egoísta que la anterior, nos corroe la codicia y la fama, y muchos venderían a su madre por un solo momento de gloria. Tal es la situación, a tal punto hemos llevado este consumismo irracional que nos olvidamos de que detrás de cada carcasa hay una maquinaria, detrás de cada imagen siempre hay una persona, pero no somos capaces de verla ya que no vemos mas allá de nuestras propias narices.
Además está el tema de nuestras compras: ¿Se puede saber para qué alguien necesita un “Ultra Peine Estimulador de Pelo”? Inventos inútiles sin sentido y sin base científica, placebos que hacen sentir mejor a una sociedad dominada por cuatro marcas famosas a las que por una extraña y desconocida razón, los humanos les debemos “LEALTAD”. Venga, por favor, la gente no se da cuenta de que estamos agotando los recursos naturales y de que nos estamos llevando directamente a la ruina, a la destrucción y a la muerte. Y con ello destruyendo un hermoso paraje natural que con anterioridad había sido una fuente de vida y de pureza, y ahora se ha convertido en un hervidero de fábricas y sociedades industriales llenas de contaminación. Y lo peor es que a nadie se le ocurre gritar: ¡Eh, despertad, nos estamos llevando a un agujero sin fondo! ¡¿QUÉ NO OS DAIS CUENTA!? ¡Abrid los ojos a la realidad, aunque duela, hacerlo, si apreciáis la vida, hacerlo, por favor!
Nadie lo hace porque nadie es capaz de pensar por sí solo, de romper con todo y después pretender ser tratado con naturalidad. Esto es porque la gente se guía por lo que piensan, dicen y hacen los demás para, así, poder encajar e identificarse con un colectivo, y , eso es una falta total de personalidad y de principios, porque por hacer lo que otros hacen, estamos acabando con todo lo hermoso y maravilloso del planeta y nos estamos convirtiendo en verdaderos monstruos consumistas y destructores.
Cada vez que sale un nuevo accesorio, juguete… Nos dirigimos a una velocidad de vértigo a la tienda más cercana a comprárnoslo y así ser tan “guay” y “moderno” como el resto.
Todo esto se debe a la publicidad, que lo que hacen es crear anuncios llamativos para atraer la atención de la gente ilusa y que compren un determinado producto, para ellos después poder lucrarse a su costa. Contenidos eróticos, música llamativa y colores vivos y atrevidos son los elementos más usados para llamar la atención de un público sin ideas propias, creyentes de pantomimas y timos publicitarios.
Nosotros mismo vemos lo hipócritas que llegamos a ser, pero, no hacemos nada al respecto por que “Viviendo así, tampoco se esta tan mal” (¡IRONIA!) Así que sin ningún problema, continuemos siendo esclavos de esta sociedad que avanza hacia el desastre a pasos agigantados. Yo solo digo una cosa:
“Si continuamos así, nuestro pasado será el único puente hacia el futuro. Dejemos huella, para que próximas generaciones puedan hacer lo que nosotros en un momento determinado y equivoco deshicimos.”Concluyendo con esta reflexión, me gustaría destacar la palabra «HIPÓCRITAS» e incitar a la gente a reflexionar hasta que punto estamos dispuestos a llegar por un poco de “Falsa modernidad”.
Fdo. Helen Peinado Villanueva
3ºESO A
