miércoles, 19 de enero de 2011

RELATOS DE UNA VIDA SIN TI.


Cuando miras atrás, y ves que en todos tus recuerdos está presente, es cuando te das cuenta de lo que vale para ti, lo que es, lo que ha sido y lo que será siempre.  Quizá te suena raro, te lo explicare, nunca has sentido que alguien es el alfa y el omega de tu vida, que jamás nadie te marcara como te ha marcado él/ella, que cuando recuerdas los momentos felices sonríes inconscientemente, ese es tu amigo, tu amigo de verdad.
Un día íbamos mi mejor amiga Daniela y yo por la calle, cuando encontramos un pequeño cofre, en el había una oración escrita:
“Su contenido puede salvar el mundo o acabar con el”
No parábamos de preguntarnos, que sería lo que contenía:
-¡Ábrelo!
-No puedo, no sé cómo se abre esto.
-Trae que tú no sabes.
-¿Me está llamando inepta?
-Haces una montaña de un grano de arena.
-Ahora me llamas exagerada.
-Dios, a veces eres insoportable. Sabes odio cuando te pones así, no entiendo porque te dan esos venazos, y se te va la cabeza ¡ESTAS LOCA!
-Daniela, ¡Que te den!
-¡Uy….!
Nos miramos con furia, no podía creer que la que hasta hace un momento era mi mejor amiga por la que daría la vida acabara de decirme todo esto. No dijimos nada mas simplemente ella se levanto y se fue.
Pasaron semanas, meses, años, ella cambio de instituto y no fui capaz de dejar el rencor a un lado para despedirme de ella, al poco me entere de que su madre había muerto, pero tampoco tuve el valor de llamarla para darle el pésame, le ocurrieron una serie de acontecimientos sucedidos ha este en los años siguientes, pero como no yo seguía sin ser capaz de hablarle.
Diez i ocho años después el día de mi cumpleaños, mi hija pequeña descubrió el dichoso cofre, por el cual había perdido a la persona más importante de mi vida. La pequeña curiosa me miro y con seriedad me pregunto:
-Mama, ¿Qué es esto?
-Nada cariño, un simple cofre-se me llenaron los ojos de lagrimas- no te preocupes.
-Y mama ¿un simple cofre te hace llorar?
-Mas o menos.-No podía aguantarlo mas- tranquila, de verdad.
-Te crees que soy tonta, que tengo 8 años no 3. Cuéntamelo.-Se sentó en una silla y me cogió la mano cariñosamente-Confía en mí.
-Solo que me recuerda mucho a una amiga, nada más.
-¿Por qué no la llamas? Queda con ella, te sentirás mucho mejor, ya lo veras. Si quieres algo me llamas ¿vale? Te quiero. -sonrió y se giro.
-Daniela-la cogí por el hombro- gracias hija.
Volvió a sonreír, me abrazo y se fue.
Esa noche apenas pude dormir, no paraba de pensar en que habría pasado si yo le hubiera dado el cofre sin más. Ahora posiblemente seguiríamos siendo amigas, y la habría podido ayudar cuando murió su madre. Fui una tonta, destroce una amistad por un cofre, que no valía ni un duro.
A la mañana siguiente estuve buscando en mi agenda el numero de mis compañeros de clase para ver si alguien lo tenía, tras hacer unas 12 llamadas por fin encontré a alguien que sabia donde vivía y cuál era su número, así que fui a verla, creí oportuno que conociera a mi hija así que me la lleve conmigo, cubrí el cofre con un pañuelo de tela que me había regalado ella cuando éramos pequeñas y lo metí en el bolso.
Tardamos dos horas en llegar, la verdad es que parecía un barrio rico, lujosos chalets, ferraras aparcados en las puertas, en fin un barrio en el que no todo el mundo podría vivir. Llegue a su casa y toque el timbre.
Nos abrió la puerta una señora vestida denegro y blanco, creo que era la asistenta:
-Hola, vengo buscando a Daniela, Daniela Pérez.
-Si pase-nos acompaño a una sala de estar gigante, habían cuadros por todas partes y el silencio reinaba en la sala- Enseguida baja, ¿desean algo para tomar?
-No gracias.
-Yo sí, un té helado por favor.-Dijo mi hija con un toque pícaro.
-Enseguida.
Cuando la señora se hubo ido, todo se quedo como si de un velatorio se tratara.
Entonces apareció ella, no había cambiado nada, seguía igual de alta y con la misma expresión facial, que solía tener cuando iba a su casa a por ella, pero su expresión cambio cuando me vio. Puso cara de duda, pero no pareció molestarse por mi visita.
-Vaya, a quien tenemos aquí. Cuanto tiempo.
-Daniela, estas igual.
-Espero que eso sea un alago. Bueno puedo saber a qué se debe tu visita, no me mal interpretes, solo es que me sorprende que alguien que no me habla desde hace veinte años se presente en mi casa como si nada, tu ya me entiendes.
- Solo quería ver como estabas.
-¿Ahora? A buenas horas eh. Murieron mis padres uno detrás del otro, y no fuiste capaz de llamar a darme el pésame, y ahora así sin mas te presentas aquí y pretendes que… ¿Qué pretendes? ¿Arreglarlo?
-Si, o almenas intentarlo.
-Bueno quizá entonces podamos hablar como personas, al fin y al cabo en otra época fuimos amigas, o almenas eso creía yo, ¿lo éramos?
- Si.
-Entonces me puedes explicar ¿por qué no fuiste capaz de llamar ni una sola vez en tu vida para saber cómo estaba?, ¿no fuiste capaz de perdonarme jamás?
- Lo siento.
- Yo también lo siento, siento haber encontrado el cofre ese de los cojones, siento haberte considerado mi amiga incluso cuando tu pensabas que no lo éramos…
-Ha sido un error venir. Vámonos Daniela. (Refiriéndome a mi hija).
-Sabes que mas siento…-dijo mientras me iba- siento no haberte guardado rencor, siento haberte querido aun cuando murieron mis padres y no me diste ni el pésame, siento no haberme enfadado contigo cuando me fui del instituto y no te despediste, siento que aun habiendo pasado veinte años sin saber de ti, te sigo queriendo como el primer día, siento no haberme enfadado contigo, porque sabes quizá  si lo hubiera hecho sabría el por qué te pudiste olvidar nuestra amistad y el cómo pasaste de amarme a odiarme. Eso es lo que siento, ciento no odiarte tanto como me odias tú. Lo siento de veras.
- ¿Te crees que para mí fue fácil? Tú tampoco fuiste capaz de pedirme perdón por todo lo que me dijiste. Y aun así no ha habido un día en el que no me acordara de ti, sabes, y si he sido una cabrona y no he tenido valor para nada, pero tú tampoco has tenido valor para llamarme y decirme perdón.
-¿¡Para que!? No habría valido para nada.
-No tienes ni idea de por donde he pasado. Pero da igual ya nada vale nada. A por cierto-saque de el bolso el cofre- pensé que me ibas a perdona, pensé que podríamos haberlo abierto juntas, pero ya da igual.-se lo lance contra el suelo y me fui.
Pocos días después llamaron a mi puerta.
-Hola
-¿Puedo pasar?
-Pasa.
-El otro día cuando tiraste el cofre al suelo…
-Te rompí una baldosa, que quieres ¿te la pago?
-Se rompió el cofre, y vi lo que contenía.
-¿Que contenía?
-Míralo tu misma-me alargo la mano para que cogiera el sobre- es curioso. Léelo en voz alta.
Abrí el sobre, apenas unas palabras emborronadas cubrían el papel:
            “Todas las cosas son reemplazables, pero solo hay algo que nos completa, que nos hace ser personas,  y que por mucho que la esquivemos siempre perdura en el tiempo y es inmortal, LA AMISTAD. “
-Esto no significa nada para mí, vete de mi casa, por favor.
-Te quiero, lo sabes, ¿no?
No pude evitar abrazarla. Ya no había rencor en mi corazón. La quiero.
¡La amistad rompe con todo, se feliz, vive!
 DEDICADO A LA MEJOR AMIGA QUE HE TENIDO Y A LA QUE NUNCA LE PODRE AGRADECER LO SUFICIENTE TODO LO QUE HA HECHO POR MI. IRENE DOMINGUEZ, QUE LA VIDA TE DEVUELVA LO QUE POR MI CULPA TE HA SIDO ARREBATADO. TEQUIERO.
Att: Helen Peinado©
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

lunes, 17 de enero de 2011

Tu Historia.

Sientes mi respiracion en tu nuca, intentas girarte para besarme, peró yo no te dejo, te acaricio el pelo con suavidad, mi mano derecha se desliza suavemente por tu cuerpo desnudo.
Siento la necesidad de parar, no quiero hacerte daño, pero el deseo de que seas mio me supera, te cojo la mano con dulzura, aparto tu pelo enmarañado del cuello para poder besarlo, entonces lo siento, tus venas me susurran en un lenguage desconocido, tengo hacerlo, intento apartarme, pero no logro conseguirlo, te clavo los colmillos, empieza a brotar sangre, tan caliente, dios intento parar pero es demasiado tarde, tu cuerpo inerte yace sobre mi cual angel caido del cielo. Ya no puedo hacer nada por ti, ¿o si?, me hago una pequeña incision en la muñeca  y la junto con tu boca, se que me odiaras toda la vida por esto, pero me importas demasiado como para alejarte de mi vida.
Han pasado 2 horas, te levantas y me ves tirada en el suelo, no sabes que me pasa, entonces te das cuenta, he bebido de tu sangre, sangre de la alianza de Dios, sangre de un Arcangel. Ahora recuerdas que jamas me dijistes quien eras, ahora recuerdas que la sangre de arcangel paraliza a los de mi especie y nos mata lentamente, no sabes que hacer, pero te das cuenta de que tu te has convertido en alguien como yo .Mi sangre y tu sangre jamas pueden ser mezcladas ya provoca la muerte de ambos individuos.
Miras al suelo y ves una inscripcion:
"12/12/12 Hay antidoto. No eres al primero al que se lo hago.Te vere en el infierno."
Te alarmas e intentas correr, tarde, ya a empezado ha hacer efecto, caes al suelo repentinamente, pierdes la conciencia y un par de minutos despues mueres :(. Algo me conmovio, esta vez no habia sido igual, yo senti algo.
Triste historia la tuya. Jamas me olvidaras. Y yo a ti tampoco. TEAMO♥♫
El amor ese sentimiento que te hace entender la letra de las canciones :)

Att: Helen Peinado©